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El presidente de Corea del Sur se enfrenta a una votación de destitución tras declarar la "ley marcial"

4 de diciembre de 2024 e un dramático giro de los acontecimientos, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, se enfrenta a una votación de destitución tras su controvertida decisión de declarar la ley marcial, una medida que revirtió apenas horas después. La declaración, que pretendía frenar lo que Yoon describió como amenazas de las "fuerzas comunistas de Corea del Norte" y "elementos antiestatales", ha provocado una importante crisis política en el país.

Los partidos de la oposición presentaron rápidamente una moción para destituir al presidente Yoon, acusándolo de excederse en su autoridad y de intentar suprimir la actividad política y la libertad de prensa. La Asamblea Nacional, dominada por legisladores de la oposición, rechazó la declaración de ley marcial de Yoon, lo que llevó a un tenso enfrentamiento entre los poderes ejecutivo y legislativo.

La situación se agravó aún más cuando el ministro de Defensa, Kim Yong Hyun, una figura clave detrás de la decisión de la ley marcial, presentó su renuncia en medio de una creciente presión tanto de la oposición como de los miembros de su partido. La agitación política no solo ha sacudido al gobierno sino que también ha impactado en los mercados financieros, con el índice bursátil de referencia de Corea del Sur, el Kospi, experimentando fluctuaciones significativas.

La reacción pública ha sido mixta, con algunos ciudadanos expresando alivio por la rápida revocación de la ley marcial, mientras que otros expresaron su decepción por la oportunidad perdida de "normalizar la Asamblea Nacional" y eliminar a los miembros de la oposición considerados "Canceroso para la sociedad". En Seúl estallaron protestas en las que los manifestantes exigieron la dimisión del presidente Yoon y el restablecimiento de las normas democráticas.

A nivel internacional, la situación ha llamado la atención de los aliados de Corea del Sur. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, destacó la importancia de la estabilidad de Corea del Sur, mientras que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dio la bienvenida al levantamiento de la ley marcial e instó a la resolución pacífica de los desacuerdos políticos.

A medida que avanza el proceso de destitución, Corea del Sur se encuentra en una coyuntura crítica. El resultado de esta crisis política no solo determinará el futuro del presidente Yoon, sino que también dará forma a la trayectoria democrática del país en los próximos años.

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