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Experta legal critica el fallo judicial a NewJeans diciendo que el grupo debería poder terminar su contrato con HYBE

Una reconocida abogada especializada en derechos humanos ha alzado la voz en contra de una reciente decisión judicial que rechazó la solicitud de medida cautelar presentada por las integrantes de NewJeans (NJZ), quienes buscaban suspender su contrato exclusivo con ADOR, subsidiaria de HYBE.

Jang Seo Yeon, abogada de la Fundación Legal de Derechos Humanos GongGam, escribió un artículo de opinión el 23 de abril titulado “Por qué la confianza es esencial en los contratos de idols del K-pop”, en el que argumenta que los artistas deberían tener la libertad de elegir con quién trabajan creativamente. “Los idols son, ante todo, individuos, y tienen el derecho básico de decidir con quién colaboran artísticamente”, expresó.

Jang criticó la estructura de los contratos a largo plazo en la industria del K-pop, calificándolos de desequilibrados. “Los idols suelen firmar contratos de siete años siendo aún menores de edad, quedando atrapados en un sistema que los obliga a vivir como idols, más allá de simplemente ofrecer servicios”, señaló. “Este tipo de contrato no detalla adecuadamente las obligaciones de la agencia, mientras que sí establece con claridad los deberes de los idols, generando una relación desigual”.

En el caso de NewJeans, Jang destacó que la confianza del grupo estaba depositada en Min Hee Jin, ex directora ejecutiva de ADOR y figura clave en la dirección creativa y en los términos originales del contrato. “El reemplazo de una persona tan fundamental sin el consentimiento de las integrantes constituye una ruptura básica de confianza”, argumentó.

El tribunal falló a favor de ADOR, afirmando que la empresa no había incumplido sus obligaciones de pago hacia las artistas. Sin embargo, Jang criticó que el fallo no tomara en cuenta la pérdida de confianza generada por los cambios en la dirección interna. “Esto socava la equidad legal”, afirmó.

Además, condenó el manejo del conflicto por parte de HYBE, acusando a la compañía de filtrar a la prensa imágenes privadas de las integrantes como trainees y mensajes personales, lo que contribuyó a un discurso público tóxico, incluso con comentarios xenófobos. “No es de extrañar que las integrantes no se sientan seguras”, añadió.

Jang concluyó que obligar a las idols a continuar bajo estas condiciones vulnera su dignidad y su derecho a la libertad de elección profesional. “En ausencia de confianza, los idols deben tener derecho a rescindir sus contratos”, dijo, recordando un precedente del Tribunal Supremo de Corea del Sur que reconoce el derecho de los artistas a terminar sus contratos cuando la confianza se ha roto.

Este caso ha generado un debate más amplio en Corea del Sur sobre los derechos laborales, especialmente en el contexto de los jóvenes artistas del K-pop, y podría marcar un punto de inflexión en cómo se perciben los derechos legales y humanos de los idols dentro de la industria del entretenimiento.

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